Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social
Las *Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres)* son justo lo contrario a un territorio campesino-étnico: son un ordenamiento urbano e industrial de la población y sus territorios agrorrurales; es decir, comunidades excluidas de la agricultura a través de la implantación de quimiocultivos.
La prosperidad de la mediana propiedad ha sido un espejismo, pero en la práctica se ha usado para que la estructura agraria hiperconcentrada haga el trabajo de incubar y engrasar una frontera agraria (sabanas y bosques) de salvaje concentración, que es territorio listo para las *Zidres*.
Con la expedición del decreto que establece las reglas de juego de las *zonas de interés de desarrollo rurales, económico y social (zidres)*, arranca en el mapa la definición de estas áreas, de las cuales apenas se sabe que deben constituirse en lugares apartados, pobres y difíciles de adecuar, entre otros aspectos.
Sobre cuáles son los municipios potenciales para crearlas no se ha dicho mucho, salvo que no estarán exclusivamente en la Altillanura, como en algún momento se pensó. El Espectador habló con Felipe Fonseca, director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), la entidad encargada de empezar a identificar las zonas del país que son aptas para ser *zidres*.
Ejemplo de ello es la Ley 1776 de 2016, para el establecimiento de las *Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (Zidres)*, que concedería tierras a grandes proyectos agroexportadores.