Tratado de Libre Comercio
Sin embargo, la mayoría de los acuerdos vigentes (entre ellos los firmados con la Asociación Europea de Libre Comercio EFTA y el Triángulo del Norte) son pruebas de que no se está aprovechando todo su potencial; la expectativa por incrementar las exportaciones tal como lo hicieron otros países con sus *Tratados de Libre Comercio (TLC)*, no se ha visto expresada en las cifras actuales y la tendencia a incrementar abruptamente las importaciones ha dejado un escenario negativo en la balanza comercial nacional.
Esta ineficiencia las deja en una desventaja abismal frente a los *TLC*. En cambio, en países como Estados Unidos se impulsan mecanismos claros de protección de sus mercados y ámbitos de actividad, dicen los expertos.
Tan nobles deseos conllevan algunas agendas no tan trasparentes, como los cánones del libre comercio predican. Por una parte, la Alianza agrega muy poco a un circuito de ventas e inversiones del que ya disfrutan los cuatro países, entrelazados como están por *TLC* mutuos.
Países con un sector manufacturero poco desarrollado –como es el caso de Colombia– se están quedando atrás, mientras que, por ejemplo, Perú y Chile –ambos armados con un *TLC* con China– incrementaron sus exportaciones industriales y de materias primas.
La extensión artificial de patentes se tornaría crítica en Colombia si se tiene en cuenta que el *TLC* con EE. UU. puede resultar en una interpretación mucho más laxa de los criterios de patentabilidad debido a una preponderancia de criterios comerciales, como ocurre en este país.
“En el mundo, los países que más consumen esta carne son España, Italia, Francia, Inglaterra y China, pero en forma de filete o en presas. El aporte de la UN es entregar una alternativa agroindustrial, con miras a la exportación, que podría consolidarse gracias a los *TLC*”, manifiesta la investigadora.
Además, todos tienen *tratados de libre comercio (TLC)* con los Estados Unidos. Así han buscado facilitar las condiciones para hacer negocios y atraer la inversión.
El *TLC* encuentra al país con profundas brechas en este aspecto, que no fue prioridad para el actual Plan de Desarrollo, a pesar de las cifras oficiales difundidas desde 2011 y que corresponden a los resultados de la Encuesta de Nutrición en Colombia 2010 (Ensin).
La definición adoptada por el Observatorio de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsán) de la Universidad Nacional de Colombia integra una amplia variedad de dimensiones que permiten analizar de manera más completa el impacto del *tratado de libre comercio (TLC)* con Estados Unidos.
En el año 2004, Colombia comenzó la negociación del *Tratado de Libre Comercio (TLC)* con Estados Unidos. El capítulo 16 del acuerdo corresponde a los aspectos de propiedad intelectual y está orientado a fortalecer la protección de los titulares de estos derechos, lo que, en algunos casos, puede castigar injustificadamente a los competidores y consumidores.
En este contexto, surgen preocupaciones sobre el efecto real que tendrán los *TLC*, especialmente en materia de generación de empleo y de oportunidades para sectores como la agricultura, que, se sabe, es altamente protegida en los Estados Unidos.
En diciembre de 2014, el Congreso de la República aprobó el *TLC* con Corea, sin haber debatido a fondo su contenido.
Algunas disposiciones sobre propiedad intelectual contenidas en el *Tratado de Libre Comercio (TLC)* celebrado entre Colombia y Estados Unidos constituyen serias amenazas para que el país desarrolle de manera autónoma capacidades científicas, tecnológicas y de innovación.
Por ejemplo, ¿no será que los cambios son una manera de facilitar la llegada de nuevas aseguradoras en salud, y que el sistema responda a las cláusulas del tratado de libre comercio, *TLC*?
El Gobierno parece atento a los vientos de cambio de la política estadounidense y, por ejemplo, ha dejado de plantear la ratificación del *TLC* por parte del congreso estadounidense como una prioridad en su agenda.
Eso no significa que se olvide de Estados Unidos y no mantenga la expectativa del *TLC* con ese país, aun cuando en un marco más realista y sin aspavientos.
La entrada en vigencia del *TLC* con la UE debe acompañarse de políticas nacionales alternativas que permitan aumentar de manera importante la oferta exportable colombiana, con un alto valor agregado que mejore los índices de empleo y crecimiento del PIB en el país.
La firma del *Tratado de Libre Comercio (TLC)* entre Colombia y la Unión Europea (UE), que deberá ser ratificado por el nuevo Congreso en nuestro país, por el Parlamento Europeo y posteriormente por congresos de los 27 Estados de la UE antes del mes de diciembre de este año, revive otra vez la vieja discusión sobre la conveniencia o no para la economía colombiana de un acuerdo de esta naturaleza, tal como sucedió con las negociaciones del TLC con los Estados Unidos.
Con la dilación que el congreso norteamericano le ha dado a la firma del *TLC* entre Colombia y Estados Unidos, el Gobierno Nacional pone sus esperanzas en un acuerdo comercial con la Unión Europea.
En días pasados se cumplió en Ginebra (Suiza) la VII ronda de negociaciones para firmar un *Tratado de Libre Comercio (TLC)* entre Colombia y la Unión Europea.
Por otra parte, las alianzas comerciales son otra herramienta usada para ejercer influencia y presencia en el continente. Los *TLC* que EE. UU. está negociando con algunos Estados latinoamericanos son muestra de ello.
El *Tratado de Libre Comercio (TLC)*, vigente entre Colombia y EE. UU. desde 2012, impuso la obligación de suscribir el Convenio UPOV de 1991, (Ley 1143 de 2007, artículo 16.1 numeral 3 literal c). Para ello, a marchas forzadas fue expedida la Ley 1518 de 2012, declarada inexequible por la Corte Constitucional al omitir la obligatoria consulta con las comunidades indígenas, afroamericanas y raizales campesinas, directamente afectadas (Sentencia C–1051/12).
La segunda razón -independientemente de que exista o no un *TLC* educativo- tiene que ver con el cambio en Colombia y en el Mundo de la oferta educativa.
Alma Mater, Colombia, 2009, Ed. 574
Los *tratados de libre comercio (TLC)* no solo abren los mercados internacionales, sino que imponen grandes desafíos en materia jurídica a los países que los firman.
Las compañías argumentan incumplimiento de los *TLC* con Estados Unidos y Canadá.
Por otro lado, según el mismo informe, el actual Gobierno viene implementando una serie de leyes y proyectos como la Ley Forestal (declarada inconstitucional); el nuevo Estatuto de Desarrollo Rural (EDR); el *Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos (TLC)*;
La segunda parte de la publicación se dedica a la intervención del profesor del Departamento de Sociología Marco Antonio Vélez, «Universidad, globalización y *TLC*«, […]
Alma Mater, Colombia, 2006, Ed. 547
De cara a la competencia internacional a la que han sido expuestos los agricultores a partir de la firma de los *TLC*, es clave dar mucho más acompañamiento en ciencia, tecnología e innovación, a la par que se toman decisiones acerca de la investigación que se debe hacer.
No obstante, precisó la penalista, quien hace parte del grupo de abogados y docentes que asumieron la defensa de los estudiantes involucrados en las protestas contra el *TLC* el 19 de febrero de 2005, ahora hay que seguir trabajando, de un lado, para encontrar la forma jurídica de eliminar la «entrada a la cárcel», esa huella que puede comprometer el futuro profesional y laboral de los universitarios.
Alma Mater, Colombia, 2015, Ed. 643
Pero es evidente que un librecambismo a ultranza apuesta hoy, en el contexto del *TLC* Colombia-Estados Unidos, por una vía de desnacionalización de las oportunidades de desarrollo, aún, pudiendo nosotros reafirmar que el capital no tiene patria.
Alma Mater, Colombia, 2006, Ed. 546
Una parte importante de esas exportaciones son commodities (alimentos, hidrocarburos, petróleo y gas), es decir que se trata de un mercado basado en las materias primas, que está devolviendo al país a una reprimarización que se verá profundizada con la entrada en vigor de los *TLC*.
Como todo *Tratado de Libre Comercio (TLC)*, el TPP busca eliminar las barreras arancelarias para bienes y servicios. Sin embargo, aunque puede convertirse en el bloque económico más importante en el mundo, nada garantiza un incremento efectivo en la actividad productiva.