Producto interno bruto
Según el Observatorio de Ciencia y Tecnología de Colombia, durante los últimos años (2009-2014) el país ha mantenido una inversión promedio en I+D (investigación y desarrollo), correspondiente al 0,21 % del *producto interno bruto (PIB)*
El candidato Zuluaga señaló que destinaría de manera inmediata un punto del *PIB* al sector educativo y que de manera gradual agregaría un punto más, de tal forma que en cinco años el porcentaje designado para educación superior llegaría al 2%, lo que implica 14.000 billones de pesos para garantizar la calidad del sistema.
El tigre asiático, con cinco millones de habitantes, destina alrededor del 3% de su *PIB* anual a educación, unos 9.600 millones de dólares en 2013; de ahí sus óptimos resultados.
El directivo puntualizó que aunque los recursos destinados a ciencia, tecnología e innovación se han incrementado significativamente, todavía no son suficientes. Por cuenta del SGR, el país pasó de destinar el 0,2% del *PIB* al 0,47, lo que sigue siendo muy bajo frente a países desarrollados como Finlandia, donde este rubro representa el 3% del *PIB*.
En el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), firmado el 5 de octubre de 2015, participaron 12 países (Canadá, Chile, Estados Unidos, México, Perú, Brunéi, Japón, Malasia, Singapur, Vietnam, Australia y Nueva Zelanda), los cuales representan el 40 % del *Producto Interno Bruto (PIB)* mundial, el 10.6 % de la población y alrededor de un tercio de todo el comercio internacional.
En cuanto al *producto interno bruto (PIB)*, en el año 2007 Colombia tenía un total de 171.738 millones de dólares. El per cápita era de 3.614 dólares. Para la misma fuente, el PIB total (estimado) para el año 2012 fue de 470 mil millones de dólares y el per cápita, de 10.100 dólares, lo que equivale a un incremento del 279% que supera a los de Bolivia, Ecuador y Paraguay.
El comportamiento del *producto interno bruto (PIB)* da luces al respecto. Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), el avance de 5,9% del sector minero y energético fue la principal razón para que la economía colombiana creciera 4% durante el año pasado.
La industria manufacturera es de suma importancia en la región, pues se ubica en el tercer lugar del *Producto Interior Bruto (PIB)*, según el Informe Económico 2014 Colombia y Caldas, presentado por la Cámara de Comercio de la capital caldense. Además, está representado por empresas dedicadas al subsector de alimentos, bebidas y tabaco.
Si bien se reconoce el aporte de los megaproyectos (relacionados con las actividades mineras, agrícolas y ganaderas, entre otras) al *producto interno bruto (PIB)*, los ecosistemas y las fuentes hídricas, las culturas ancestrales, la salud, el bienestar y la paz de los habitantes de estos territorios son tan importantes como ese indicador.
Al revisar sus cifras conjuntas, se comprueba que conforma la octava economía más grande del mundo, con alrededor del 2,7% del *PIB* mundial y cerca del 35% del latinoamericano.
La fuga de capitales es a la macroeconomía lo que el vaciamiento de la empresa es a la microeconomía. No por nada las reservas de activos externos del sector privado no financiero ascienden al 100% del *PIB*.
Una devaluación puede aumentar el empleo y el *PIB*, siempre y cuando se cumpla una condición algo esotérica: la condición Marshall-Lerner, que dice que si la suma de las elasticidades de las exportaciones y las importaciones a la tasa de cambio es mayor que uno, una devaluación genera un superávit de la balanza comercial y por ende un aumento del empleo y el *PIB*.
Para dar una idea del atraso, señala que el porcentaje del *producto interno bruto (PIB)* que Colombia invierte en ese sector (0,46%) se encuentra “entre los más bajos del continente” (véase gráfica 4); y contrasta dicha situación con la de Brasil, que invierte el 1,62% de su *PIB* y cada año y medio gradúa una cantidad igual de doctores al número que Colombia tiene en su totalidad (según datos del OCyT, el total de doctores colombianos, al 2011, era de 7.129) (véase gráfica 2).
La inversión sigue sin sobrepasar el 0,5% del *PIB* y las regalías para el sector de ciencia, tecnología e innovación no son suficientes. Para que el sistema funcione se necesitan recursos y políticas claras.
Esa preparación necesariamente se refleja en la calidad de su trabajo y contribuye a incrementar el *producto interno bruto (PIB)* del país.
Un análisis del Grupo de Economía de la Salud (GES, 2015), para responder por la prioridad que ocupa la salud en el país, permite destacar, frente a las tres dimensiones de la cobertura universal, que: el 95% de la población puede recibir los beneficios del plan obligatorio de salud -POS-, desde 2012 con el mismo contenido para toda la población; el costo de dicho plan corresponde a un esfuerzo destacado en gasto público percápita y como proporción del *producto interno bruto -PIB-*, y el gasto de bolsillo representa una baja proporción del gasto, lo cual es un buen indicador de protección financiera.
Alma Mater, Colombia, 2016, Ed. 652
El resultado de un documento Conpes parece responder a un afán (una obsesión): que el país entre en la OCDE, pero esto no será posible si Colombia sigue invirtiendo en I+D+i lo mismo que hace 21 años: 0.2% del *PIB*, cuando el promedio OCDE es 2.4% del *PIB*.
Alma Mater, Colombia, 2016, Ed. 652
En los países de la periferia, el consumo y la inversión (a veces en proyectos de bajo rendimiento) crecieron como espuma, aunque se generaron desequilibrios preocupantes: hipertrofia de la banca (Irlanda); alzas masivas en la remuneración del trabajo que no correspondían a aumentos de la productividad (España); y déficit en la cuenta corriente de las balanzas de pagos que alcanzaban el valor escalofriante del 15% del *PIB* (Grecia). Pero en conjunto la macroeconomía marchaba bien: las tasas de desempleo y de inflación eran modestas.
Nora Espinal Monsalve, directora del grupo, asegura que lo anterior está revaluado, porque ella provee bienestar, forma, educa, genera empleo y contribuye al *producto interno bruto (PIB)*.
Se suma al análisis la participación sectorial como porcentaje del *producto interno bruto (PIB)*, mediante el siguiente paralelo entre los años 2000 y 2011: el sector agrícola pasó del 7,9% a 6,9%; la industria, del 13,5% al 12,6%; y la minería, del 7,9% al 7,7%.
El valor de la cosecha de hoja de coca en las zonas de producción es de 420 millones de dólares, que equivale al 0,2% del *PIB* nacional y al 3% del *PIB* agrícola del país, una participación considerable.
La fila de tal perspectiva la encabeza Grecia. Aunque su economía solo representa el 2% del *PIB* europeo y una desvalorizada deuda de más de 400 mil millones de euros (el 165% del *PIB*), su retirada de la moneda europea, sumada a una cesación de pagos (default), podría desencadenar pérdidas en los otros países del área.
Allí la ganadería es el segundo renglón económico y representa el 20,66 % del *PIB* y el 4,2 % de la producción del país.
Esta observación es respaldada con datos del Banco Mundial: América Latina y el Caribe invierten en promedio 0,68% del *PIB* en I+D, mientras en Asia Oriental y el Pacífico la cifra es 1,44%; por su parte, los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destinan una media de 2,29%.
“Estados Unidos gasta al año 5% del *PIB* en solucionar problemas asociados a la fricción. Si uno disminuyera ese coeficiente en cualquier grado, el ahorro económico sería de millones de dólares. Tenemos pruebas donde se utilizan los nanotubos de carbono como lubricantes en superficies secas o líquidas. El coeficiente de fricción disminuye de 0,45 a 0,15, es decir, en una tercera parte”, subraya el investigador.
Sin embargo, a la hora de evaluar el impacto en valores absolutos, nuevamente la brecha es superior. Mientras en Colombia el *PIB* per cápita en el 2006 era de USD$ 3.725, en Estados Unidos era de USD$ 44.663, en Inglaterra de USD$ 40.329, en Francia de USD$ 35.558, en México de UD$ 9.137 y en Argentina de USD$ 5.474.
Aunque la deuda federal de los norteamericanos se acerca al 90% del *PIB* anual, el país está en capacidad de pagarla. El problema se ha sobredimensionado, y efectos negativos como la inflación y las altas tasas de interés no están ocurriendo ni amenazando la economía.
Según la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), en Colombia la ganadería contribuye al 1,6% del *PIB* nacional, al 20% del *PIB* agropecuario y equivale a 3,3 veces el sector cafetero, generando cerca de 950 mil empleos directos en el país.
Según cálculos efectuados por Carlos Garzón, los aportes de la Nación a las universidades públicas habrían tenido un decrecimiento importante entre el periodo 2002-2008 como porcentaje del *PIB*.
La Ley 30 preveía porcentajes no inferiores al 30% de la tasa de crecimiento del *PIB* (de ahí en adelante lo que quisieran los gobiernos), independientemente del valor de la variación, y por ello lo pírrico de los montos que con base en este concepto se distribuían entre las instituciones del Sistema Universitario Estatal (SUE) según indicadores de gestión.
Según la Dirección Nacional de Planeación (DNP) en el Informe de desarrollo humano, a la salud se le destinó el 4,30% del *PIB* en la ejecución presupuestal del 2005, en el 2007 el 4,29%, en el 2008 tan solo el 2,87% y en el 2009 llegó a 3,03% del *PIB*.
El presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, Daniel Flórez Pérez, afirma que el país presenta un rezago de 30 años en materia de infraestructura y advierte que para superar este atraso es necesario invertir por lo menos el 2% del *Producto Interno Bruto (PIB)* nacional en su modernización.
Con el propósito de mejorar las condiciones del departamento, la Gobernación de Caldas se trazó como meta pavimentar 535 km de carreteras de los 5.600 km que hay en este territorio, y recuperar el anillo centro sur, que incluye los municipios de Manizales, Chinchiná, Neira, Villamaría y Palestina, zona que concentra el 55% de la población del departamento y representa el 67,7% de su *producto interno bruto (PIB)*.
Si del 2002 al 2012, el *PIB* del país tuvo un exagerado crecimiento porcentual, representado por la llegada de inversionistas para la explotación de recursos mineros e hidrocarburos, sobre la base de la multiplicación de los registros geológico-mineros, es lógico pensar que nuevas fuentes se añadieron a las tradicionales.
En los años 90 esta nación tenía peores indicadores que los de Colombia, un gobierno inestable, sus productos y mercados no estaban asegurados ni definidos, la tasa de desempleo superaba el 30%, y su *PIB* era negativo.
“Hoy el agro participa solo en un 10% del *PIB* y en un 19% de las exportaciones, en las que el café representa apenas un 5%. Incluso, este producto ya se está importando”, sostiene Juan Patricio Molina, director del Grupo de Desarrollo Rural de la UN.
En los años 60 generaba cerca del 25% del *PIB* y alrededor del 75% de las exportaciones, siendo el café un producto clave en la economía.
Para el profesor de la Universidad Nacional, Óscar Rodríguez, el gasto público se ha impactado de tal forma que para el 2010 se contempla dedicar al pago de pensiones el 4,5% del *PIB*, lo que equivale al 17% del presupuesto.
Mientras en 1999 los aportes fueron de 1,4% del *Producto Interno Bruto (PIB)*, en el 2005 fueron de 0,96% y en el 2007, de 0,89%.
Lo que proponía la ley de contar con el 1% del *PIB* en el 2010 no se logró porque no se establecieron mecanismos financieros adicionales a los que recibe Colciencias, que han aumentado pero no en la medida que se requiere para llegar a esta meta.
Actualmente, recibimos en investigación para el desarrollo el 0,16% del *PIB*, y si queremos llegar al 1%, no alcanzaría con lo de las regalías, que sería apenas el 0,5%.
Los Vicerrectores consideran que para que realmente se pueda hablar de ciencia, tecnología e innovación, se debe cumplir con la meta de invertir el 1% del *PIB* en su desarrollo.
Para que Colombia empiece a salir realmente del subdesarrollo necesita invertir por lo menos el 1% del *Producto Interno Bruto (PIB)* en el desarrollo de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, identificar áreas prioritarias de investigación para potenciarlas y formar un doctor por cada mil habitantes, coinciden vicerrectores de las principales universidades del país.
El punto común fue el interés del Estado, con una mirada a corto, mediano y largo plazo, y con una apuesta política seria de invertir el 1%, el 2% y hasta el 3% del *PIB*.
Un déficit en cuenta corriente del orden del 7% del *PIB*, el cual se considera uno de los más altos de la región y en la historia reciente de Colombia, y un hueco fiscal de más de 31 billones de pesos que se manifiesta en un déficit fiscal cercano al 3,9% del *PIB*; son una muestra clara de la magnitud de estos desequilibrios.
Alma Mater, Colombia, 2016, Ed. 650
Este país de América Latina es el que invierte el porcentaje más alto de su *Producto Interno Bruto (PIB)* para el avance de la CT+I, al punto que solo entre 2007 y 2010 destinó 22.700 millones de dólares, llegando casi al 1,5% del PIB.
El caso de México también tiene su misterio. En 1968, cuando Ciudad de México fue sede de los Juegos Olímpicos, el país tenía un *PIB* per cápita que duplicaba el de Corea.
Si se mira a EE. UU., se podrá constatar que su deuda pública alcanza el 85% y su déficit fiscal el 10% del *PIB*. Lo mismo puede decirse para Reino Unido, Francia o Japón.
Es cierto que Grecia encabeza el ranking de los deudores con 115% y un déficit de 13,6% del *PIB*, pero lo siguen Italia (118%), Portugal (76,8%) y España (53,2%), con proyecciones de gran crecimiento para el presente año en su relación deuda–PIB, a lo cual contribuyó el gasto público derivado de los auxilios suministrados por los Estados a la banca, luego de la crisis financiera de finales del 2008.
La entrada en vigencia del TLC con la UE debe acompañarse de políticas nacionales alternativas que permitan aumentar de manera importante la oferta exportable colombiana, con un alto valor agregado que mejore los índices de empleo y crecimiento del *PIB* en el país.
Aunque las cifras del crecimiento de la industria son positivas –al cuarto trimestre del 2009 el *Producto Interno Bruto (PIB)* de Colombia creció 2,5% en relación con el mismo periodo del 2008 y 0,4% acumulado anual –, el desempleo, a marzo de este año, superó la tasa del 11,8%, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), ubicándose como una de las más altas del continente.
Precisamente, la industria manufacturera fue la que mostró el peor comportamiento del *PIB* en las ramas de la actividad económica durante el 2009, con una cifra de -6,3% con relación al 2008.
En 2003, las inversiones realizadas por este sector en I&D representaron un 0,25% del *PIB*, y para el 2004 ascendieron a 0,27% (Orozco, 2009).
En ese sentido, se debe incrementar la participación del país en investigación, del 0,2% del *PIB* –que fue la cifra del año 2009– al 2% en el 2014, para acercarnos a lo que invierten países como Brasil (1,2%) y Chile (1%) en América Latina, o a Estados Unidos (2,7%) y los países europeos, que destinan entre 2,5% y 5% en la actualidad.
Apenas el 20 por ciento del *PIB* nacional está representado en exportaciones. Otros países, como Holanda, cuentan con el 70 por ciento de su *PIB* en dicha materia.
Esta iniciativa de integración regional representa la séptima potencia exportadora a nivel mundial, genera el 36 % del *producto interno bruto (PIB)* en América Latina y el Caribe, concentra el 50 % del comercio total y atrae el 41 % de la inversión extranjera directa.
Ecopetrol es otro caso de privatización que ha tenido un efecto altamente negativo sobre el saldo fiscal, ya que desapareció el superávit del 0,7 por ciento del *PIB* que esta empresa aportaba al balance global.
La gran cantidad de exenciones que se introdujeron en la última reforma tributaria, las desgravaciones de las zonas francas, los llamados pactos de seguridad jurídica, han tenido un costo fiscal cuya magnitud es incierta, pero que corresponde varios puntos del *PIB*.
Colombia en la actualidad destina el 0,5 por ciento de su *Producto Interno Bruto (PIB)*, para programas de ciencia y tecnología, con el desarrollo de la Ley sobre Ciencia, Tecnología e Innovación.
De hecho cifras del DANE indican que en los años noventa tenía una participación del 21 % en el *PIB* del departamento del Amazonas, y en 2005 alcanzó una participación del 46 %.
En lo económico, el sector minero-energético en el 2013 representó un 7,7% del *PIB*, superior a la participación del agropecuario (6,4%) y algo inferior al total del sector industrial (11,5%). Esta intervención es similar a la alcanzada en el año 2000 cuando llegó al 7%, la mayor en los últimos 15 años.
Con esta reflexión, el Rector preguntó a los tres candidatos presidenciales que asistieron a la jornada de Debates UN cuál sería su compromiso para incrementar el porcentaje del *Producto Interno Bruto (PIB)* destinado a educación superior.
Desde su plan de Gobierno, se comprometió a asignar el 2% del *PIB* para ciencia, tecnología e innovación y a cambiar el modelo de utilización del Fondo Nacional de Regalías dedicado a este rubro.