Lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales
La discriminación externa que vive la comunidad *LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales)*, por la que han luchado por dos décadas, también se vive internamente y se le conoce como endodiscriminación.
En los foros estuvo el universo de víctimas, representadas en las del Estado, los paramilitares, las FARC y múltiples actores. Así se contó con la presencia de delegaciones de centrales y organizaciones sindicales; gremios, organizaciones del sector empresarial, iglesias, movimientos políticos, sociales y comunitarios; niños, niñas, adolescentes, organizaciones de afrodescendientes, mujeres, raizales, palanqueros, ROM (comunidades gitanas), indígenas, juveniles, *LGBTI* y movimientos campesinos.
Aseguran que no se puede imponer una visión teocrática de la familia, ni discriminar a la comunidad *LGBTI*, ni poner a consideración del pueblo derechos tan fundamentales como la igualdad.
Es decir, estará dirigido a garantizar la inclusión y el ejercicio de los derechos en igualdad de condiciones para las mujeres y la población *LGBTI*.
La comunidad evangélica interpretó este punto como un esfuerzo para representar los intereses de los *LGBTI* en los acuerdos de paz y de paso volver a debatir el concepto que constituye un eje central de su fe: la defensa de la familia conformada exclusivamente por un hombre y una mujer.
La semana pasada, la aprobación en Comisión Primera de Senado del referendo de Viviane Morales que busca reevaluar la posibilidad de que miembros de la comunidad *LGBTI* puedan adoptar, volvió a encender el debate de la composición de la familia y a ligarlo a la coyuntura política.
La campaña tendrá varias etapas en las que se abordarán temas como el lenguaje agresivo y denigrante hacia las mujeres, las negritudes y la población *LGTBI*; además la forma como le hablan los adultos a los niños.
Alma Mater, Colombia, 2015, Ed. 643