Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional
El propósito es mejorar la calidad de vida de los productores de la Costa Atlántica colombiana, utilizando la biotecnología. “Cuando llegó el programa, los cultivadores decían que no había semillas de calidad”, recuerda Gustavo Buitrago, director del Grupo de Investigación en Ñame, del *Instituto de Biotecnología (IBUN) de la UN*.
Por su parte, Silvia Bustamante, investigadora del *IBUN*, comenta que cuando arrancó el programa se integraron alrededor de 17 Grupos Participativos Locales (GPL), conformados tan solo por tres personas cada uno, mientras que actualmente hay redes de cultivadores con más de 80 asociaciones, con alrededor de 400 afiliados.
“Nuestro trabajo consistió en dilucidar el mecanismo por el cual la pseudoterosina impacta a las células cancerígenas, cuenta Helbert David Siabatto, al explicar que probaron este compuesto en un panel de línea celulares y que el trabajo se hizo en dos fases. La primera, de cultivo celular y análisis de citotoxicidad, se realizó en el Departamento de Farmacia; y la segunda, basada en un análisis de microarreglo para encontrar los genes, tuvo lugar en el *Instituto de Biotecnología de la UN (IBUN)*.
Asimismo, el *Instituto de Biotecnología (IBUN) de la UN*, en asocio con la empresa Biocultivos S.A., desarrolló tres biofertilizantes (que ya se encuentran en el mercado), cuyos ingredientes activos son microorganismos que mejoran la nutrición de los cultivos de arroz.
Luego, con el apoyo del *IBUN*, consiguió confirmar la identificación de estas cepas y evaluar el potencial de virulencia de dichos microorganismos, a través del establecimiento de una colonia de Atta colombica en el laboratorio.
Daniel Uribe Vélez, investigador del *Instituto de Biotecnología de la UN (IBUN)*, director del grupo de investigación en Biotecnología Agrícola y otro de los directores del trabajo, señala que la inteligencia de las arrieras ha hecho difícil el control.
Como dice el profesor Gustavo Buitrago, investigador del *Instituto de Biotecnología de la UN (IBUN)*, el país debería “sopesar el uso de estas tecnologías”, teniendo en cuenta que en transgénicos “no hay riesgo cero”.
Como dice la profesora Dolly Montoya, del *Instituto de Biotecnología de la UN (IBUN)*: “los anaqueles de las bibliotecas están repletos de tesis que hablan de plantas, animales y microorganismos promisorios”, pero su potencial es solo una de tantas falsas expectativas “porque no están en el mercado”.
Daniel Uribe, coordinador del Grupo de Microbiología Agrícola del *Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional (IBUN)*, asegura que es la primera vez que se tiene un mapa completo de la población de microorganismos activos en un suelo altoandino, asociado a un cultivo como el de la papa criolla.