Instituto de Ciencias Naturales
Bajo la mirada milenaria de los individuos que aparecen en las pictografías (dibujos hechos sobre las piedras) de grandes abrigos rocosos ubicados en una zona de San José del Guaviare, el profesor Gaspar Morcote, del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia, en compañía de tres estudiantes de antropología, buscaron durante 17 días pruebas de vidas pasadas.
Él desarrolló la investigación a partir de restos de especímenes guardados en el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, adscrito al *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)*.
Esa fue una exploración a la que se unieron Paulina Muñoz, entomóloga del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN, y Antonio D’Alessandro, de la Universidad del Valle.
“Si la gente no valora positivamente a una especie animal o vegetal, su conservación es más difícil. El agravante con el chigüiro es que tiene mucho potencial por su distribución y características”, asegura Hugo Fernando López Arévalo, biólogo del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN.
Según Aguirre, director del *ICN*, la invaluable colección de flora y fauna del país que se halla en este centro contiene, entre otros, “un herbario con 500.000 plantas y una muestra zoológica de 241.000 ejemplares”.
En toda esta riqueza, explica el profesor Jaime Aguirre2, los expertos del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia “han hallado y nombrado centenares de especies desconocidas”.
«En el caso de los insectos, hay que preocuparse cuando se encuentran evidencias de su dispersión, establecimiento y éxito reproductivo, ya que pueden buscar nuevos frentes de colonización», dice Germán Amat García, investigador del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia.
Después se ingresaron a la colección de herpetología del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia (la más grande del país), donde se les asignó un número de identificación.
Esta obra reúne más de 18.000 nombres comunes y está basada en un extenso trabajo que se gestó hace más de 15 años con el botánico Rodrigo Bernal, ex docente del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN.
A pesar de que el diccionario virtual del *ICN* es el más completo de este estilo realizado hasta ahora, sus autores reconocen que todavía queda mucho por incluir.
El proyecto pretende aliviar la entrada a La Calera al descongestionar el ascenso por la calle 85; sin embargo, va en contra del ordenamiento nacional ambiental, pues fraccionaría el ecosistema y relictos de bosque quedarían convertidos en cemento, dice el botánico Orlando Rangel, investigador del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN.
Es el acaso del biólogo Orlando Rangel, profesor del *Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional (ICN)* que trabaja el tema del medioambiente en el país, quien no ve con buenos ojos este decreto que agilizaría el trámite de las licencias ambientales, de manera que sean definidas antes de 5 meses.
Un grupo de investigadores del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN, expertos en fauna y flora, con apoyo de un botánico del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas (Sinchi), asumieron el reto y se internaron por 20 días en las selvas del Vaupés para inspeccionar la zona y describir la mayoría de especies que habitan estos ecosistemas.
Aproximadamente 225 especies de aves, 105 de peces, 79 entre reptiles y anfibios, 322 de mariposas y 1.682 de flores fueron colectadas por los expertos del *ICN* y el Sinchi.
Además, el énfasis fue que lo hicieran investigadores de la UN para garantizar la calidad de la información”, dijo el profesor del *ICN* Gonzalo Andrade, director del proyecto.
Estas, al igual que los frutos y las ramas, se llevan para el secado a los modernos hornos del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN.
De hecho, una parte importante de este acervo se conserva en el Herbario Nacional Colombiano del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
Muestra de ello es el *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)*, creado para realizar estudios en diferentes grupos de flora y fauna, que sirvan de fundamento para organizar proyectos y programas de estudio.
Por más de 60 años, el *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN ha documentado la riqueza ictiológica del país, clasificando alrededor de 100.000 ejemplares de agua dulce y marina.
El profesor Gonzalo Andrade, investigador del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)*, recordó que desde el año 2000, cuando se comenzaron a publicar los llamados libros rojos sobre las especies amenazadas y en peligro de extinción, el panorama de Colombia empeoró.
El desconocimiento del mundo subterráneo (grutas, cavernas, cuevas) trae como consecuencia su pésimo uso, su deterioro y la extinción local de la fauna, sostiene la profesora Yaneth Muñoz Saba, investigadora del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia.
De las 1.435 especies que tiene Colombia, en estos momentos 81 tienen algún grado de amenaza de extinción. En el año 2002, la cifra llegaba a 42. “En un lapso de diez años se ha duplicado el número de especies de agua dulce que están en peligro”, asegura el biólogo Iván Mojica, investigador del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.
Esto se traduce en una alta diversidad de flora y fauna. Gary Stiles, del *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la UN en Bogotá, asegura que “hay una gama bastante amplia de hábitats en esta área relativamente pequeña”.
Empresas Públicas de Medellín (EPM) y el *Instituto de Ciencias Naturales (ICN)* de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá se unieron para buscar una solución sostenible y duradera al problema.